Predicciones sobre el futuro de la web social 2011

Tras una lectura detenida de cada una de las predicciones, previsiones o reflexiones, como prefieren denominarlas algunos de los expertos, resulta difícil decidirse exclusivamente por tres. Finalmente, hemos optado por apostar por cinco de ellas:

1. “El retorno de inversión se convierte en palabra clave en la web social” J. Celaya
2. “Imprescindible vincular la actividad de Social Media al negocio que se genere” M. Cortés
3. “Los clientes conversan y las empresas deberán saber qué dicen: para ello ya no basta con programar una alerta de Google” R. Domingo
4. “El año de la consagración de la movilidad y el triunfo del real time web” M. Fuentes
5. “2011 será el año del hashtag, de la conversación, más que del número de fans o followers” S. Muriel

Elegimos el conjunto de estas cinco reflexiones porque nos parecen, a nuestro juicio, las más acertadas y porque además, curiosamente, algunas de ellas son coincidentes en varios de los expertos que han participado, por lo que vaticinamos que podrían ser unas de las más fácilmente sostenibles.

Suponemos que las previsiones de Celaya son, en parte, producto del momento crítico por el que pasan todas las economías a nivel mundial. Reflexiona en torno al ROI  o retorno de inversión, esto es, considera que en las redes sociales no existe nada gratuito y por lo tanto, ante una situación de crisis es más necesario que nunca optimizar los recursos y obtener un beneficio o retorno de la inversión que se ha realizado al elaborar un producto, recurso o servicio. Evidentemente, las redes sociales, como negocio que son, no van a quedar al margen y las empresas que utilizan los social media para promocionarse o aumentar su visibilidad tampoco. De ahí que apueste por creer que algunos de los títulos más influyentes de la prensa internacional comiencen a ofrecer contenidos de pago.

A este respecto, Cortés, autor de la segunda de las predicciones elegidas, añade que será muy probable que tanto Facebook como Twitter empiecen a rentabilizar su negocio de forma directa mediante el cobro a las empresas por los servicios que les presten; luego estamos de nuevo ante una evidente necesidad de retorno de inversión.  Muriel añade que el ROI de las campañas se empezará a medir diferente (indicadores y métricas se pasarán a definir a nivel de negocio)

Otra de las reflexiones que aparece, de nuevo, en ambos gira en torno a la privacidad; Cortés vaticina una vuelta al celo por la privacidad originada por los diversos escándalos que protagoniza Facebook, como recogen tanto Celaya como otro de los expertos de las predicciones 2011 cuando pronostica una posible investigación por parte de la Comisión Europea por violación de sus leyes de privacidad.  Muriel también apunta una consciencia global y generalizada acerca de la privacidad de nuestros datos. Creemos, como ellos, que la privacidad es un elemento esencial y con un peso específico significativo como para llegar a ser protagonista durante este año.

Cortés se pregunta si el 2011 será definitivamente el año del móvil, haciendo clara referencia al auge del uso de los dispositivos móviles como principales puntos de acceso a las redes sociales y a Internet, en general. Esta misma reflexión la convierte en predicción Fuentes cuando afirma que durante este año se consagrará la movilidad (y como ellos, también opinan lo mismo otros de los expertos que han participado) Se invertirá en aplicaciones específicas, en widgets, se intensificará el uso de los pagos móviles e incluso se consolidará el uso de otros dispositivos como las tabletas. En relación a la movilidad, mencionar que es una tendencia o apuesta que también estamos observando en el entorno de las bibliotecas;  como muestra, el último post que aparece en la bitácora de González y que lleva por título: OPAC móvil, MOPAC para los amigos  y que es fruto de su participación en las Jornadas de Fesabid 2011. Y para aquellos que no lo conozcáis, en mi blog, en el post dedicado a la lectura número 3, presento un video muy breve pero muy interesante sobre la adaptación de la información que ofrecen las bibliotecas a las nuevas terminales o puntos de acceso.

Domingo hace referencia en el epígrafe de su reflexión a la importancia de escuchar al cliente: la atención al cliente, considerando fundamental tanto el feedback como la monitorización a tiempo real mediante herramientas específicas. Es necesario mantener y controlar la reputación digital de la empresa y estar al corriente de las conversaciones de los clientes y de la competencia para aumentar tanto su prestigio como su visibilidad. A juzgar por toda la información a la que hemos accedido para la realización de último ejercicio relacionado precisamente con la reputación online, creemos que esta predicción bien pudiera ser cierta durante el 2011. Curiosa, por otro lado, su apuesta por un community manager más orientado a escuchar que a hablar en las redes.

Muriel, por su parte, coincide plenamente con estas reflexiones afirmando que hay que cuidar las conversaciones, esto es, todo aquello que se quiera comunicar deberá introducirse en los foros o diálogos que se establecen en redes como Twitter, (otorgando, de este modo, mucha menos importancia al número de seguidores que a la calidad y cantidad de sus conversaciones) Lo interesante es que se hable, y cuanto más mejor, de la marca; es necesario escuchar mucho, conversar más y monitorizar los medios sociales. Por otro lado, y al hilo de lo mencionado, introduce una nueva idea: el triunfo del hashtag frente al usuario.

En este caso, podríamos afirmar que, en cierto modo, ya se habría cumplido esta predicción o tendencia (aunque fuera del ámbito del mundo empresarial) si consideramos la fuerza que han cobrado hashtags como #spanishrevolution, #acampadasol, #acampadabcn, etc. a raíz de las protestas de los indignados, ¿no os parece?

En relación a las predicciones menos probables o acertadas creemos que pudieran ser las siguientes: 

1.”Dejaremos poco a poco de hablar de social media que no ha sido más que una moda más”

2. “Otra de las modas que se empezará a apagar es la de los community manager”

De momento, continuamos hablando de social media, ¿no? Y en cuanto a los community manager también están muy presentes todavía en el mundo 2.0 aunque quizá pueda darse un cambio de orientación en su trabajo (como mencionábamos antes, tal vez deberían escuchar más que hablar en las redes) o tender hacia una especialización en cuestiones concretas, como el tema de la reputación digital, por ejemplo. 

3. “Será el año del dinero virtual…Facebook se acabará pareciendo más a un banco en cuanto  intermediario que a otra cosa”   

De este tipo de divisas se viene hablando desde hace algunos años; de hecho, el post que os enlazo es del 2009 y, de momento, todavía no ha triunfado y mucho menos con Facebook como plataforma o banco virtual!

Todas estas reflexiones son de J.A. del Moral

Me parecen también poco viables las predicciones de Roca: una apuesta por un proceso de normalización. Creo que las propuestas que nos presenta, más que predicciones son un desiderátum (aunque admito que sus especulaciones son muy  interesantes)

En cuanto a mi futuro profesional, veo difícil el cambio ya que que mi trabajo actual me satisface. Sin embargo, reconozco que sería muy tentadora una oferta de trabajo con profesionales de la talla de Celaya al que sigo desde hace tiempo, e incluso con algunos otros de los expertos que han presentado las predicciones, porque en sus palabras se deja entrever una buena dosis de profesionalidad y conocimiento.

Reputación digital

De nuevo vuelvo a recurrir a Issuu para presentaros mi análisis sobre la reputación digital de la persona e institución que he elegido

Open publication - Free publishing

De Twitterati (análisis)

Experimentando de nuevo... esta vez con Prezi
(Para ver la presentación en pantalla completa elegid More > Fullscreen)
Os dejo con mi análisis de los 5 usuarios de Twitter

Blogosfera

Practicando con Issuu... os dejo con las conclusiones del seguimiento de los blogs

Reflexiones en torno a la L4

 [AVISO! este post se visualiza bien con Firefox, con otros navegadores puede dar problemas]

Teniendo en cuenta las características que refleja la tabla1 del artículo, consideramos que éstas no son tan relevantes o representativas como debieran a la hora de analizar los sitios más populares de la web social. Creemos que arrastran, en cierto modo, determinados rasgos de la web 1.0, esto es, a pesar de que introducen, entre otros, conceptos como la conectividad o la presencia de lectores RSS, apreciamos algunas carencias a las que nos referiremos más adelante. La tabla más bien parece una descripción de algunas de las características que debieran presentar determinados productos de la web social que un intento de propuesta de parámetros e indicadores de calidad.

A nuestro juicio, cualquier sitio web, sea o no social, debe cumplir con unos requisitos mínimos de calidad que son comunes para ambos.

Nos referimos, en primer lugar, al diseño y la usabilidad del sitio a evaluar, cuyo objetivo principal es facilitar el uso del visitante de la página en función de sus necesidades o expectativas. Para ello será preciso evaluar si la navegación es intuitiva, sencilla, si permite una rápida localización de la información, si existen ayudas, etc. Del mismo modo, y considerando la faceta de productor de información del usuario 2.0, también deberá proporcionar facilidades a la hora de crear contenidos, esto es, habrá que valorar mediante los mismos indicadores el grado de simplicidad de las herramientas que permiten producir información. La tabla 1 recoge algunas características relacionadas con el proceso de producción de contenido, así como la posibilidad de suscripción  con la finalidad de propiciar su expansión y distribución.

 En cuanto a la estructura y diseño del sitio, también deberían garantizar unas características básicas cuyos elementos comunes serían, de nuevo; la amigabilidad, la intuición, la sencillez, la agilidad, la accesibilidad, etc.

Dejando a un lado estas cuestiones, deberíamos centrarnos en aquellos parámetros que son específicos de la web social. En este sentido, en la tabla 1 se constata la ausencia de características como las relacionadas con la comunicación: tanto interna (orientada al grupo o a los miembros de la red o servicio) como externa (orientada al posible usuario o cliente), corporativa o incluso la enfocada a la venta de un producto o servicio.

Tampoco se menciona al tráfico de visitas (aunque sí se hace a lo largo del artículo); en el que debería evaluarse tanto su número, como el tiempo de permanencia en cada una de las páginas o acciones que se realizan (en forma de análisis tanto cuantitativo como cualitativo; debería poder analizarse qué es lo que despierta el interés del usuario, cuanto tiempo dedica a cada acción, etc.) Otro aspecto a considerar sería el lugar de procedencia de los usuarios: desde donde enlazan, cómo conocen el producto, etc.

Medir la fidelidad y la frecuencia de las visitas sería muy útil para averiguar el motivo por el que decrece o se abandona el uso de determinados servicios o herramientas 2.0.

Considerar si son instrumentos capaces de potenciar la influencia de determinados usuarios o marcas sobre el resto de la comunidad puede resultar muy útil a nivel de estudio de estrategias comerciales o de marketing.

El grado de participación o implicación del usuario también proporciona información relevante. Se trata de analizar o medir su comportamiento como prosumidor; sus intereses, sus tendencias, sus expectativas y hasta sus sentimientos. En la web social todo gira en torno al usuario, por lo tanto, los indicadores de calidad deben ir focalizados hacia a él, a diferencia de la web 1.0 en la que los parámetros que miden la calidad giran entorno a los contenidos principalmente.

Otras dos cuestiones que aparecen mencionadas a lo largo del artículo y que deberían considerarse a la hora de medir la calidad del sitio son, por un lado, la presencia o posibilidad de activar  apps o widgets con los que el usuario puede interactuar y que, en cierto modo,  son un elemento clave para personalizar sus perfiles.

La segunda estaría relacionada con los dispositivos móviles, esto es, la capacidad de adaptación del contenido o acciones de los sitios web 2.0 a esta nueva forma de acceso que cada vez es más popular.

Por último, destacar la importancia de la presencia de indicadores relacionados con la privacidad y la seguridad, que permitieran medir el grado de satisfacción del usuario respecto a ellos.

Un trabajo o documento que recoge una de las ideas mencionadas anteriormente, la de la comunicación y que además menciona otras características de las redes sociales que también podrían servir como punto de partida de posibles parámetros o indicadores es la Chuleta de las redes sociales de Dosdoce. En ella, a diferencia de lo que sucede en la tabla 1 del artículo, sí aparecen ideas interesantes sobre las que reflexionar:

-la gestión de la reputación digital (podrían proporcionar datos sobre la existencia de mecanismos que aumenten la visibilidad y la posibilidad de elaborar estrategias de difusión de una marca, Institución o persona)

-la visibilidad (evaluando de qué manera el sitio o herramienta puede contribuir al aumento de la misma, mediante la generación o el incremento del tráfico)

-la gestión del conocimiento (qué facilidades otorga el sitio o herramienta 2.0 a la hora de compartir conocimiento)

-la captación de talento (en qué medida el sitio facilita el contacto con perfiles de nuestro interés o con especialistas de un tema específico)

En cualquier caso, siempre habría que considerar que no todos los indicadores que podrían ser de utilidad para evaluar la calidad de las redes sociales también serían válidos para otro tipo de herramientas de la web social, es decir, podrían barajarse algunos básicos o comunes con otros específicos en función del servicio, instrumento o sitio a analizar. Por ejemplo, si nos referimos a los blogs, habría que examinar también otros aspectos como el nivel de audiencia (si cuenta con aplicaciones que permitan aumentarlo: como los lectores RSS, estadística de accesos, de seguidores, etc.) Elementos que permitan medir la densidad de las conversaciones, esto es, cuantas publicaciones se realizan, si pueden comentarse las aportaciones, si aparecen referencias a enlaces relevantes, etc.

Para finalizar, no debemos olvidar la grandísima competencia que existe en el terreno de la web social (recordemos, por ejemplo, el concepto Darwinismo digital)  que obliga a estar permanentemente atentos a la aparición de nuevos servicios y herramientas. Por lo tanto, cualquier evaluación debería realizarse siempre en un continuo benchmarking (haciendo referencia siempre a servicios análogos e incluso presentando estudios comparativos que podrían facilitar la elección del producto final)

A nuestro juicio, la elección de parámetros e indicadores se verá condicionada tanto por el tipo de producto a evaluar, como por el objetivo que pretendemos alcanzar mediante su evaluación.

¿Qué tal con Facebook?

A pesar de que poco antes de iniciar la asignatura me di de alta en Facebook para poder, de alguna manera, valorar in situ sus posibilidades, he decidido crear otra cuenta específica para Web Social. Tengo muy presentes ambas experiencias, y como podéis comprobar, mis primeros pasos en Facebook son muy recientes.

La activación de una cuenta en FB no resulta problemática en modo alguno, es más, es rápida y fácil y desde el principio puedes definir qué tipo de perfil necesitas; esto es, un perfil de usuario o perfil individual o una página de empresa o página de fans.

Exigen una serie de datos obligatorios a la hora de activar la cuenta personal: nombre y apellidos, correo electrónico, contraseña, sexo y fecha de nacimiento. Resulta curioso el motivo con el que justifican la solicitud del sexo: para ayudar en la descripción, de cara a una correcta localización o identificación por parte de tus amigos. Personalmente añadiría que también orienta a los anunciantes, ¿no os parece? Si la empresa necesita una segmentación por género (pienso, por ejemplo, en las campañas navideñas con sus anuncios de perfumes o cosméticos) le resulta muy útil que lo declaremos.

En cuanto a la fecha de nacimiento, se solicita para comprobar que el usuario es mayor de catorce años. En España, desde el mes de febrero de 2010, FB ha aumentado la edad mínima para registrarse, pasando de trece a catorce, adecuándose de este modo a la legislación española (aunque en la página informativa sobre Controles de privacidad, todavía aparezcan mencionados los trece como edad mínima permitida) Por otro lado, FB afirma que se compromete a proteger a sus usuarios menores de edad, que estos, “no aparecen en los resultados públicos de búsqueda, y la visibilidad de su información está restringida a los amigos de sus amigos y las redes a las que pertenecen, incluso si deciden compartirla con todo el mundo”.

Sin embargo, todavía no existen medidas que eviten el acceso de un menor de catorce años, puesto que el único requisito que deberá cumplir para registrarse es la declaración de la fecha de nacimiento (por lo tanto, la puede falsificar fácilmente, puesto que no existe ningún sistema de verificación)

FB debería trabajar en la implantación de sistemas que trataran de garantizar la ausencia de menores. Por otro lado, deberíamos preocuparnos por proporcionar una correcta formación a nuestros adolescentes en cuanto a una normativa de accesos, usos y límites de las redes sociales. Esta formación podría proporcionarse desde los colegios e institutos y/o desde las bibliotecas públicas e incluso desde el núcleo familiar. Iniciativas como la de la CJEx (Consejo de la Juventud de Extremadura) que ha editado una guía sobre el uso responsable de las redes sociales y TIC's  pueden resultar muy útiles.

Una vez creada la cuenta, podemos decidir qué datos de nuestro perfil vamos a compartir con cualquier usuario de FB y cuáles de ellos vamos a restringir a un grupo en concreto. Esta red social, recomienda por defecto un perfil determinado en el que algunos datos son públicos, otros están abiertos a los amigos de nuestros amigos y otros son de acceso exclusivo para nuestros amigos.

Creo que a la hora de decidir nuestra configuración de privacidad debemos ser coherentes, esto es, ¿qué es lo que realmente nos interesa compartir? ¿Nuestros intereses son profesionales o personales? ¿Buscamos potenciar nuestras amistades o relaciones o bien promocionarnos y facilitarnos contactos profesionales? En función de las respuestas decidiremos qué información compartimos y con quien. En cualquier caso, creo que debería primar la máxima: si no quieres que algo se sepa no lo publiques en la red. Cada cual es, en última instancia, responsable de sus declaraciones y de los contenidos que deposita en FB. Por lo tanto, en casos extremos de  infracciones en relación a la propiedad intelectual, publicación de contenidos dañinos, suplantaciones de identidad, etc. estas acciones no pueden ser consideradas responsabilidad del medio en el que aparecen sino del usuario que las ha realizado y la ignorancia del delito no exime de culpa…

Sin embargo, si buscamos obtener una óptima reputación digital, deberíamos tratar de alcanzar la máxima visibilidad, siendo muy activos mediante la generación de información de calidad, pero ¿deberíamos empezar por compartir más datos con un número mayor de usuarios para lograr un rápido incremento en el número de seguidores?

Opino que lo mejor es ignorar las recomendaciones y personalizar la configuración de privacidad adaptándola a nuestras necesidades o expectativas, puesto que cada uno de los datos que conforman nuestro perfil puede incluso compartirse exclusivamente con nosotros mismos, o lo que es lo mismo, no compartirse. Del mismo modo, cada uno de los datos complementarios o no obligatorios puede quedar en blanco. Y hasta podemos especificar a qué usuarios no queremos hacer partícipes de determinada información.

Sin embargo, cada dato que facilitamos puede ser susceptible de ser proporcionado a las empresas anunciantes aunque sea de forma anónima, por lo tanto, a mayor número de datos, mayor bombardeo comercial…y volvemos a cuestionarnos ¿qué debemos hacer?

También podemos establecer límites en el acceso a nuestros álbumes de fotos y a los videos, así como editar la configuración de la información que compartimos con  otros. Del mismo modo, se puede impedir que los motores de búsqueda indicen nuestro perfil, pero entonces, ¿Cuál es el verdadero sentido de una red social nacida para compartir y en la que puedes acabar no compartiendo nada?

¿Se trata quizá de que a mayor número de usuarios (compartiendo o no) mayor número potencial de fansumers? ¿Somos únicamente un reclamo comercial? ¿Será el álbum de cromos un premio a nuestra fidelidad?

Y en cuanto al contenido que se deposita en FB, ¿a quién pertenece realmente? David Caldevilla se refiere a ello en su artículo Tipología, uso y consumo de las redes 2.0 en la sociedad digital actual, publicado en Documentación de las Ciencias de la Información, 2010, vol. 33

"Cualquiera de las fotografías de un usuario, ¿pertenece de una forma u otra a la plataforma en la que aparece, puesto que el usuario ha aceptado delegar parte de esta propiedad con la aceptación de las normas de uso y acceso de la red?... ¿O es cada usuario consciente de su poder, individual y como parte conformante de una red de usuarios, para exigir en cualquier plataforma como la citada, unas normas mínimas de protección y control?"

FB permite desactivar tu cuenta (manteniendo toda la información que contiene, así como los datos de tu perfil, aunque sin hacerlos visibles, por si quieres volver a activarla en cualquier momento) Sin embargo desde la Configuración de cuenta no se menciona la posibilidad de eliminarla. Para ello debemos acudir al servicio de ayuda en el que curiosamente, la opción más buscada es la de eliminar cuenta (no he comprobado si realmente es tan sencilla de eliminar como de crear, aunque según la Wikipedia el plazo es de unos quince días!) También existe un grupo en FB en torno a cómo eliminar una cuenta denominado How to PERMANENTLY DELETE your Facebook account

Me gustaría finalizar apuntando un dato curioso; pese a posibilitar la personalización de la configuración de privacidad, FB no garantiza que los contenidos depositados en la red sean seguros:

“No podemos controlar las acciones de otros usuarios con los que compartas información. No podemos garantizar que sólo vean tu información personas autorizadas. No podemos garantizar que la información que compartas en Facebook no pase a estar disponible públicamente. No somos responsables de que ningún tercero burle cualquier configuración de la privacidad o medidas de seguridad en Facebook”

En cuanto a la seguridad, mencionan que protegen nuestra información mediante un firewall situado en su servidor, cifran la información confidencial y utilizan medidas automatizadas para aumentar la seguridad mediante el control de la actividad de las cuentas por si se detectan comportamientos nocivos o  fraudulentos, pudiendo incluso eliminar contenidos o cancelar cuentas. Aunque también declaran que no pueden controlar todo el contenido que se almacena en sus servidores, por lo que invitan a los usuarios a denunciar posibles comportamientos o contenidos ilegales.

En relación a la contribución o publicación en FB no voy a extenderme mucho porque la inmensa mayoría de vosotros ya conocéis perfectamente su funcionamiento. Tan solo mencionar que podemos crear listas de amigos, grupos o páginas, que disponemos de un espacio en nuestro perfil de usuario (muro) en el que nuestros amigos pueden comentar o publicar mensajes. Podemos subir fotografías, videos, etc. Y también podemos dar a conocer nuestro estado y adherirnos a las opiniones o gustos de nuestros amigos.

Del mismo modo, también podemos añadir aplicaciones con el fin de personalizar y enriquecer nuestras cuentas, y en eso andamos, en el análisis de apps y su posterior adopción mediante las que podremos potenciar el contenido de la página FB de Web social…